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Mostrando las entradas de julio, 2018

Un mensaje al papa Francisco o de la poco solidaridad vivida en los 3 años desde su visita en el Bañado Norte

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Hoy se cumplen 3 años desde la visita del Papa Francisco en Paraguay. En esta visita el había insistido de visitar los bañados y en su conmovedor discurso en la chancha San Juan expresó su alegría de poder visitar a los bañadenses en esta, su tierra. En sus palabras valora la lucha diaria de los bañadenses por una vida digna y apela a la solidaridad. Desde este día las mismas bañadenses que ahí en su discurso encontraban quizás esperanzas y fuerzas de seguir luchando, han sido expulsados por las obras de las costaneras. Muchos al salir por la obra Costanera Norte han sido indemnizados con montos muy inferior al valor de su sacrificio, su arraigo. Los pocos que resistieron bajo la presión de la arena enterrando lentamente sus casas, pidiendo un terreno y viviendas en la misma zona, cumplieron ya un año en el refugio "la esperanza" sin que ni siquiera salio la resolución de las 10 hectáreas prometidas que se les debía refular y construir encima. Refugio "la

El lado oscuro de la Costanera Norte o la perdida de esperanza el refugio "La esperanza"

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Se habilito la Costanera Norte un hecho que se aplaude en los medios. Pero hay un lado oscuro de ese proyecto, que la prensa poco quiere tocar. Pocos se preguntan que pasó con las familias que habitaban esas tierras antes la construcción de la Costanera Norte. Pocos sabían que la avenida cortó barrios enteras en dos partes, barrios construidos por los humildes pobladores que además de ser su hogar fueran su lugar de trabajo, una comunidad entera. A pocos les interesa adonde fueron las familias que se quedaron en el tramo de la avenida... Un gran parte de ellos fueron indemnizados... Mayormente por un monto de dinero, que no alcanza para adquirir un terreno ni mucho menos construir encima. Su única salida habrá sido de agarrar otra vez un terreno municipal...más cerca del rio o más lejos de la ciudad y ay empezar de cero. Las 45 familias que resistieron en el sitio pediendo que se les haga otra vez viviendas en la misma zona se mudaron bajo la presión de la arena del refula